Gabriel Encinar nace en Monforte de Lemos (Lugo) un martes 13 de Noviembre del año 1961.
Su infancia está en deuda con una pequeña “villa” lucense llamada MEIRA. En este pueblo (que tiene la dicha de parir el mayor de los ríos gallegos en su sierra: EL PEDREGAL) transcurrirán los diez primeros años de la vida de este autor. Se podría resumir su infancia en una palabra, maldita y a la vez venerada y amada por su imposibilidad: LIBERTAD.
En MEIRA, los inviernos nevados, las primaveras floridas, los otoños amarillos y los veranos de sol y sombra; acogen jornadas de trineos de cartón y bolas de nieve; robos habituales de manzanas, avellanas y otros frutos; guerras y guerrillas con “carozos” de castañas y tirachinas, amén de algún pajarillo herido por los desmanes de los “locos bajitos”; y los inolvidables veraneos en FOZ (Lugo) con su Rapadoira, con su Xico, con su puerto cargado de pescado, con su Pascasio, con su fábrica de hielo…Y siempre, tras el fantástico verano en FOZ, el regreso en “La Rubia” de Demetrio ( un pequeño autobús DKV de siete plazas ) al cine “Niza”, a la Iglesia y sus bautizos, a la Iglesia y sus entierros, al río MIÑO, a los prados de D. Jesús, al aserradero para jugar a indios y vaqueros, a la bicicleta con Gonzalito el de la Villaboa, con el Cubanito, con Suso “Fazai”, con Froilán el hijo del forestal…Y con María Jesús ( CHUCHÚ) y sus cartas de amor…Dónde irá aquella foto en los caballitos de la Fiesta de San Froilán en Lugo?
